Las raíces de un árbol funcionan como anclaje al suelo del ejemplar, y les permite mantenerse en pie a pesar de vientos fuertes o tormentas. Además son el medio de absorción y transporte del agua y los nutrientes que el árbol necesita.
El espacio que ocupan es equivalente a la copa del árbol al que pertenecen e incluso en muchos casos ese espacio supera ampliamente el tamaño de la copa. La copa del árbol representa el 30% del volumen del árbol, mientras que el 70% está por debajo, no lo vemos y crece conforme al crecimiento de la copa.